El polémico comisario Julio Cabañas, quien se desempeñaba años atrás como jefe de Investigaciones de Delitos de la Policía Nacional de Itapúa, fue denunciado por supuestamente haberse apoderado de 130.000 dólares que recuperaron sus subordinados en un procedimiento en un caso de hurto en una vivienda familiar, esta denuncia fue “llamativamente” desestimada por el Ministerio Público ya que ni siquiera hicieron una investigación. Cabañas por su parte, realizó una querella por daños y perjuicios a quien le denunció y la justicia lo benefició, condenando a la víctima del hurto a pagar la suma de Gs. 200.000.000 por supuestamente haber dañado su imagen.
EL CASO
El 5 de marzo del año 2016 un adolescente de 16 años en compañía de dos de sus amigos también menores de edad, hurtaron una caja fuerte pequeña que era propiedad de sus familiares, en el barrio San Juan del distrito de Cambyretá, siendo el principal afectado Ranulfo Villagra. Dicha caja contenía 130.000 dólares, que habían sido retirados de varios bancos para el posterior pago de los proveedores de una empresa familiar.
Luego en compañía también de su novia se hospedaron en un hotel de Encarnación haciéndose pasar por turistas. Más tarde pidieron desde el hotel un taxi para irse hasta el distrito de Coronel Bogado, a 40 kilómetros de Encarnación, con intención de viajar posteriormente a Asunción. Cuando Ranulfo Villagra realizó la denuncia de la desaparición de semejante cantidad de dinero, los uniformados del Departamento de Investigaciones suboficiales Junior Acevedo, Eladio Villar y Liz Luján, bajo las órdenes del Comisario Cabañas se movilizaron como nunca antes se había visto, en cuestión de minutos supieron donde estaban los malvivientes y hacia dónde se dirigían, logrando ubicar el vehículo en plena ruta, interceptarlo y detener al principal sospechoso.
Según el relato del menor de edad, cuando se encontraba dentro del móvil policial fue torturado y en un momento dado, un vehículo color gris llegó junto a ellos, conducido por una persona con las características del Comisario Cabañas, a quien le entregaron el bolso de dinero y desapareció. Cuando el joven se dio cuenta de que los efectivos iban a “desaparecer” el dinero, les dijo que en una vivienda del Barrio Pacu Cuá de la ciudad de Encarnación había más, por lo que de inmediato se dirigieron a ese lugar.
Resulta que el adolescente les tendió una trampa a los policías, ya que los dirigió hasta la propiedad de otros familiares y al llegar les manifestó que los agentes se habían robado la plata. Una turba furiosa conformada por familiares y vecinos del lugar increparon a los suboficiales, los desarmaron y les solicitaron que entreguen el dinero, cosa que nunca sucedió.
LA DENUNCIA Y EL JUICIO
Después de la tensa situación y la desaparición del dinero Ranulfo Villagra, el perjudicado por el hurto, denunció al Comisario Julio Cabañas y a sus subordinados, pero nunca tuvo seguimiento porque el Ministerio Público de inmediato desestimó el caso sin siquiera investigar.
El Comisario por su parte tomó la determinación de denunciar a Ranulfo Villagra en lo civil, por daños y perjuicios a su imagen, cosa que sorprendentemente fue aceptado por el juzgado el cual determinó que Villagra debe abonar la suma de Gs. 200.000.000
El Abg. César Villanueva, representando de Ranulfo, manifestó que apelarán a esta determinación y se mostró sorprendido por el actuar de la policía, el Ministerio Público y Tribunal.
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