Con mucha expectativa pero también complicaciones, arrancó la zafra sojera 2020-2021 en el departamento de Itapúa. Por un lado la escasez de lluvias pronostican un cultivo que sufrirá por el estrés hídrico lo que también retrasa el inicio de las siembras tempraneras. Al mismo tiempo esto provoca que el Río Paraná experimente uno de los niveles más bajos de su historia por lo que todos los insumos que ingresan por esta vía fluvial se encuentran muy retrasados y han encarecido considerablemente los costos de estos productos.
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Pese a este panorama el sector productivo se encuentra optimista ya que la soja ha experimentado un interesante repunte en su cotización durante este año lo que podría dar un oxígeno al sector agrícola.
“Se está confirmando que este año vamos a tener el fenómeno conocido como “La niña” que en nuestro territorio se caracteriza por climas secos, lo que aún no podemos confirmar es la intensidad con la que se va a manifestar y de eso va a determinar el éxito o el fracaso de esta zafra” señaló el Ingeniero Michael Cristam, del departamento de asistencia técnica de la Cooperativa Naranjito.
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