Dionisio y Josefina dieron el «sí» en su propia casa, en San Pedro. La iniciativa se la hizo su enamorado y los hijos fueron sus cómplices.
“Ya somos viejos y tenemos que casarnos ante Dios”, fue el argumento.
Don Dionisio Acosta (80) estaba muy nervioso y a la vez emocionado cuando le dijo a Josefina Benítez (82), su compañera de toda la vida, que ya era hora de formalizar la relación.
Ambos son pareja desde hace 55 años y viven en el barrio San Roque de la Ciudad de Choré, San Pedro. Juntos tuvieron tres hijos y llevan una vida muy feliz.
Aunque varias veces hablaron de matrimonio, nunca se casaron y con el paso del tiempo solo se dedicaron a criar a sus hijos para que sean personas de bien.
Ambos tuvieron tres hijos y son muy felices
Sin embargo, cuando Josefina se enfermó, Dionisio entendió que ya era hora de arreglar la sitú con su amada.
Preparativos
Hace 15 días atrás, el abuelito se acercó a la cama en donde estaba descansando su señora y le hizo la pregunta a Josefina que sin dudar le dijo ‘¡sí, quiero casarme con vos!’.
Los hijos fueron cómplices del plan y anunciaron con bombos y platillos la bella noticia. No hubo mucho tiempo para preparar las cosas o hacer una súper fiesta, por lo tanto, el festejo fue algo casi íntimo, los novios estuvieron rodeados de vecinos y familiares más cercanos. La celebración religiosa se realizó el domingo a las 11:00 en el patio de la casa de la pareja.
El pa’i de la zona los casó y fue un momento muy emotivo para todos.
Fue Inesperado
Josefina, quien no paraba de reír, dijo a EXTRA que no esperaba la propuesta de su amor con quien se lleva a veces bien y otras veces mal. “Así es la vida, pero siempre nos apoyamos”, señaló de manera muy pícara.
Por su parte, María Cristina Benítez, hija de ambos, mencionó que la hermanita de la iglesia fue quien convenció a su papá para que tome la decisión. “Rápidamente hicimos los trámites en la parroquia, nos mandaron todos lo papeles y en un abrir y cerrar de ojos ya se casaron”, contó.
Familiares y vecinos participaron de la boda
Luego de la boda, hubo un pequeño agasajo, los abuelos recibieron también la visita de mariachis y bailaron música paraguaya y baladas ochenteras. María contó que su papá fue quien más se emocionó.
Aunque sus padres no estaban vestidos de gala, ambos se pusieron muy churros, Josefina tenía puesta una pollera de color verde y una blusa rosadita, mientras que Dionisio optó por ponerse una coqueta camisa a rayas y un pantalón de color gris. FUENTE DIARIO EXTRA
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