Se trata de Raúl Santiviago, quien llegó a Paraguay este viernes desde un vuelo procedente de Estados Unidos, transportando a tres boas, una serpiente de maíz y un pitón de Birmania.
El hombre, de nacionalidad paraguaya, no contaba con la licencia de exportación de animales exóticos, expedido por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), para el ingreso al país.
Los reptiles contaban con las documentaciones del país de origen; sin embargo, al tratarse de especies exóticas, el Mades debe dar un seguimiento estricto al caso.
El ministerio debe tener las precauciones necesarias para dar cumplimiento a los procedimientos, en el marco de la normativa ambiental vigente y los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, que hacen referencia a la protección de estas especies.
Las cinco serpientes quedaron bajo cuidado provisorio del responsable de su traslado, en un establecimiento, que reúne todas las condiciones para garantizar su bienestar. Están bajo el constante monitoreo de los expertos del Mades, mientras se tramitan las documentaciones necesarias.
Raúl Santiviago posee un serpentario en la ciudad de San Bernardino, en el Departamento de Cordillera, en donde se puede obtener información sobre víboras, además las personas pueden tocar, acariciar y sacarse fotografías con las serpientes del lugar.
La Ley 96/92 De Vida Silvestre, en su artículo 38, prohíbe estrictamente la tenencia de todas las especies de la fauna silvestre, así como sus piezas o productos derivados, que no cuenten con la expresa autorización del Mades, que será otorgada de conformidad con lo dispuesto en los convenios internacionales suscritos por Paraguay y en la mencionada normativa.
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