Un 23 de Octubre de 1992- Son baleados el Intendente Municipal de Encarnación, Lorenzo Luciano Zacarias y su chofer. El atentado se produjo cuando el Jefe comunal encabezaba un procedimiento de reubicación comercial de un «carro bar» de propiedad de Gabriel Sanchez Suhurt.
El intendente Zacarias con un balazo en la nuca y otro en la boca y su chofer con un tiro en los testiculos, sobrevivieron al atentado. El hecho se produjo sobre la calle T. Romero Pereira casi J.L. Mallorquin de Encarnación.
Lorenzo Zacarías estuvo al borde de perder la vida en la calle cuando un agresivo dueño de un bar rodante le disparó a quemarropa. Una de las balas le entró en la mejilla izquierda y otra le quedó “clavado” en el hueso del cráneo” que por milagro no le destrozó el cerebro.
A la media mañana del viernes 23 de octubre de 1992, el intendente municipal en una audaz tarea de pretender hacer cumplir una ordenanza de reubicar a un bar rodante, personalmente estaba realizando un procedimiento en la esquena de las calles Dr. Juan León Mallorquín y Arq. Tomás Romero Pereira. Ordenó que el carrito instalado en el lugar fuera remolcado por un camión municipal, en vista de que su propietario, Gabriel Gustavo Sánchez Suhurt, pese a las reiteradas advertencias hizo caso omiso a las notificaciones de la municipalidad. Gabi, como se le conocía al “humilde trabajador”, llegó al lugar totalmente descontrolado, con ganas de reventar a balazos al Ejecutivo Municipal y en un santiamén sacó del bolsillo un revólver calibre 22, disparando desde unos metros de distancia y una bala se incrustó en la boca y otra en la nuca, siendo acorralado por el chofer del intendente Juan Domingo León y el funcionario Darío Mendoza, quienes quisieron sujetarlo, pero también recibieron su ración de plomo cada uno – informó el semanario Crónica en su edición del 28 de octubre del mismo año.
En base al relato recogido del semanario, León fue herido en la ingle izquierda, mientras que Mendoza le fue algo peor, pues recibió el balazo en su genital pero sin causarle daño. Sin embargo lograron reducir al violento comerciante tomándolo con fuerza del cuello y los brazos, sacándole el arma que después se comprobó que había sido disparado en cinco ocasiones, teniendo todavía dos proyectiles en el tambor. Zacarías y los otros funcionarios fueron llevados a la Clínica Don Bosco, mientras que el chofer fue llevado a Tayy, pero le dieron de alta por no revestir gravedad Los pasillos se llenaron de familiares y amigos del intendente, a más de periodistas de distintos medios locales y Canal 12 de Posadas (Argentina), la que mostró que la señora Gladys Escobar de Zacarías y sus tres hijos se mostraron tranquilos luego de superar el tremendo susto al enterarse del suceso criminal. Sánchez fue detenido en dependencia de la Delegación de Gobierno donde en cierto momento quiso mostrar que hubo reciprocidad en el ataque mostrando algunas marcas que quedó en el cuello. Un “pobre trabajador” que solamente quizo defender su medio de vida.
Según las informaciones difundidas por los medios decían: “…Un “panchero” fue el que disparó a quemarropa con un revólver. Este apelativo hizo creer a la gente que el agresivo dueño del bar rodante era un pobre tipo, humilde trabajador de la calle, pero cuando periodistas de Crónica llegaron a esta ciudad, recogiendo información al respecto descubrieron que el tal “humilde Panchero” es un argentino de 30 años, que posee una lujosa casa con piscina y todas las comodidades.
También dueño de un cadena de “Gabi hamburgueserías” que con los años les proporcionó grandes ganancias convirtiéndole en un fuerte comerciante. El mismo medio dijo que Gabi no andaba bien de la cabeza.
Ordenanza de la discordia
El 18 de noviembre de 1991, entró a regir la ordenanza municipal Nº 202, que dispone la eliminación de los bares rodantes actualmente ubicados en las calles principales, avenidas y plazas públicas de esta ciudad – decía una información. El artículo 6 de la referida ordenanza establece que queda prohibida la instalación de bares rodantes sobre las avenidas de la ciudad, sobre las calles Mcal Estigarribia, Juan León Mallorquín, Carlos Antonio López y Gral Artigas y las trasversales comprendidas entre las dos primeras nombradas.
También deberán retirarse todos los bares rodantes de las plazas públicas e instaladas frente a edificios o instituciones públicas. Señala la misma ordenanza que los bares rodantes podrán ubicarse en lugares fijos, asignados previa y específicamente por la municipalidad, siempre con carácter provisorio. No podrán ubicarse a una distancia de 300 metros unos del otro y no menos de 30 metros de la ochava de las esquinas. La habilitación de los bares rodantes será concedido por la intendencia, previo estudio de la solicitud y dictamen favorable de los departamentos técnicos y el pago de patente correspondiente. No se otorgaran patentes a quienes no presenten certificado de residencia y buena conducta, con los datos completos del solicitante, croquis de ubicación y características del bar rodante, que deberá contar con una capacidad mínima de 10 metros cuadrados.
Fuente: Del Libro, 22 de Septiembre FBC, un siglo en la historia – Julio Sotelo – Página 1079 hasta 1081.
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