Anacleto Aquino Leiva fue condenado a seis años de cárcel por el delito de tráfico de madera nativa.
Las pruebas sustanciadas en el Juicio Oral y Público por la Fiscal de la Unidad contra Delitos Ambientales Raquel Bordón fueron irrefutables por lo que el Tribunal encabezado por la Jueza Diana Arana y los miembros Gustavo Arzamendia, Enrique González y como suplente Julio Acuña lo encontró culpable.
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Para Bordón, quien resaltó se trata del primer Juicio donde se brinda esta condena ejemplar a favor del medio ambiente en especial de la Reserva de San Rafael remanente del Bosque Atlántico, se trata de un logro y una advertencia para quienes incurran en este delito.
La Fiscal resaltó el trabajo del Jefe del Departamento Investigaciones Ignacio Muñoz, así como los funcionarios de Infona para lograr la condena del acusado.
Se trata de un proceso iniciado en 2015 que concluye tres años después.
En abril del año 2015 se daba la incautación de un transportador de madera nativa aserrada desde la Reserva de San Rafael hasta Encarnación propiedas de Anacleto Aquino Leiva, ahora condenado quien en esa oportunidad reincidía en el delito.
En ese entonces el procedimiento estuvo encabezado por el Jefe del Departamento de Investigaciones de Itapúa Crio. Ppal. Ignacio Muñoz, quien recibió pistas con relación a transporte de madera nativa y lo comunicó a la fiscal de la Unidad contra Delitos Ambientales Raquel Bordón a fin de desplegar un operativo al respeto
Es así que el 13 de abril de 2015, agentes investigadores detectaron el paso de un camión con similares características a las proveídas por la fuente y lo siguieron hasta que ingresó a una carpintería denominada “Urundey”, ubicada en el Barrio Quiteria de Encarnación.
Ese día al percatarse de la presencia policial el identificado como conductor el camión, Anacleto Aquino, huyó del lugar dejando a su acompañante.
Tras la intervención la comitiva encontró en la carrocería del camión maderas aserradas con motosierra de las especies Tajy, Kurupa”y, propias del Bosque Atlántico del Alto Paraná que abarca un área de reserva para Parque Nacional San Rafael con lo cual se evidenció la explotación en forma irregular y clandestina de los bosques existentes en esa área.
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