Tal como se viene cuestionando en todo el territorio nacional, las aulas móviles del Ministerio de Educación y Ciencias que supuestamente sirven para paliar necesidades de emergencia en escuelas, son inutilizables y representan todo un peligro para la salud e integridad física de los estudiantes.
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Según pudimos observar en el Colegio 8 de Diciembre de Tomás Romero Pereira, la misma cuenta con una estructura de hierro y una carpa en cuyo interior con piso de tierra no están dadas las condiciones básicas para que los niños y adolescentes den clases. En ese sentido, en los días de sol la temperatura es altísima con una humedad ideal para invernaderos, según manifestaron los mismos docentes.
Otro punto es que esta improvisada aula no cuenta con pisos, instalación eléctrica, sistema de ventilación y mucho menos aire acondicionado, es más ni siquiera cuentan con sillas y pizarras para desarrollar en un ambiente apropiado las clases.
Según nos señalaron los afectados en días de lluvia se forman charcos y barrizales que obligan a suspender las clases.
Debido a estos puntos, los estudiantes prefieren dar clases bajo los árboles o en días de lluvia en los pasillos mientras se aguarda la construcción de nuevas aulas.
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