LA HISTORIA DEL ARTISTA QUE RECUPERO SU AUDICIÓN MIENTRAS PINTABA

Renzo Benítez (34) nació con sordera. Peleó y no decayó contra el panorama que se le planteaba y, pese a que le faltaba la voz, se abrió caminos para hacer eso que nos hace humanos: comunicarnos. Uno de esos caminos lo encontró cuando era adolescente. Renzo se dio cuenta que era muy creativo y que tenía una imaginación muy desarrollada. Y un día decidió plasmarlo a través del arte.

Tomó un pincel, unos papeles y comenzó a dibujar. Lo hizo de mil maravillas. Pero no solo eso. Asegura que dibujar le daba paz, tranquilidad y por sobre todo era una forma de comunicar a los demás lo que él sentía.

Los años pasaron y Renzo tomó esa imaginación como la principal herramienta de la profesión que escogió: ser artista. En medio de todo eso, el joven siempre soñaba con que algún día pueda escuchar y hablar.

Y ese momento llegó. Renzo “despertó” al mundo de los sonidos cuando tenía 20 años y de una forma sorprendente. “Estaba pintando cuando de repente comencé a escuchar lo que la gente decía. Fue así de repente. Me reí y hasta lloré un poco”, dijo.

Acto seguido, escuchó las risas de satisfacción y el llanto de emoción de sus seres queridos. “Fue una emoción muy grande. Escuché de repente nomás”, agregó. “Pintar para mí es lo mejor. Me hace bien. Ahí plasmo todo lo que siento.Yo siento que también me ayudó para que yo pueda volver a escuchar porque me da paz y tranquilidad”, dijo.

Renzo tiene hermosas obras sobre lienzo, madera, y también expone su talento pintado en las murallas. “Yo no lo hago por la plata, sino para poder decir a través de mis obras lo que siento, y así enseñar a que la gente aprecie el arte. Es lo que más quiero”, dijo.

Es por eso también que el joven da clases en las diferentes escuelas en Caaguazú. “Uno solo puede aprender a valorar el arte si solamente lo conoce. Es por eso que voy a dar cursos en las escuelas porque hay mucha gente que no sabe lo que es el arte”, dijo.

“En nuestro país poco se valora este tipo de trabajo lastimosamente”, agregó. Renzo también demuestra que se puede hacer arte de lo que se tira como basura. “Muchas veces una madera que se tiró puede servir para hacer arte”, dijo.

“Nació con un kilo y medio nada más”
Renzo hoy en día es un gran artista en Caaguazú donde ofrece sus hermosas obras de arte. Ña María Benítez, su mamá, contó que “yo estaba enferma cuando él nació. Tuvieron que operarme. Vino al mundo con tan solo un kilo y medio nada más, y sin escuchar”, dijo.

“Recuerdo que de chico no le pude meter ni a la escuela porque como no escuchaba ni hablaba los demás se burlaban de él”, agregó. “Gracias a muchas personas, Renzo pudo estudiar. Comenzó a pintar, ese es su don”, explicó. “Desde que escuché por primera vez volví a nacer, sentí que comencé una nueva vida”, acotó Renzo.//DIARIO CRÓNICA


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