A casi un mes de la acusación formal presentada por el Ministerio Público en contra de: Miriam Irala, Ricardo Palacios, César Zacarías y Mirta Herrera, como supuestos autores del atentado e incendio de la Municipalidad de Encarnación ocurrido el 25 de marzo de 2018, el Juez Penal de Garantías Abog. Juan Carlos Bogarin Fatecha aún no ha fijado fecha para la audiencia preliminar de la causa.
Este retraso llama poderosamente la atención debido a que no existen motivos para seguir dilatando la causa teniendo en cuenta la postura clara que mantiene el Ministerio Público al respecto.
En ese sentido el pasado 3 de febrero del corriente la Fiscal Raquel Bordón manifestó que el Ministerio Público ha recabado todos los elementos durante 6 meses de investigación más los 4 meses de prórroga y que por ello estaban presentando todos los documentos que pusieron a consideración del Juzgado y que hay varias calificaciones en distintos grados de participación, tras un arduo trabajo investigativo que demandó horas de testimonios, peritajes y colección de evidencias que fueron presentadas en una enorme pila folios al Juzgado.
La acusación que fue presentada es por la primera causa que investigan las Fiscales correspondiente al hurto y posterior incendio de la Municipalidad de Encarnación, una vez culminada esta etapa avanzarán para presentar la acusación en la segunda denuncia que maneja esta unidad fiscal correspondiente a la denominada “calesiteada” donde las representantes del Ministerio Público consideran podría radicar el móvil del atentado a la sede comunal ya que, según una de las hipótesis se estaba desviando dinero de las arcas municipales para préstamos usurarios y el “agujero” financiero estaba quedando en evidencia.
La famosa “calesiteada” fue descubierta durante la investigación del atentado donde varios elementos y testimonios conducen a esta hipótesis como la más fuerte.
Según se detalla en la acusación habría elementos que sindican a Mirta Herrera (Tesorera) y Mirian Irala (Cajera) como las responsables de la bicicleteada con recursos municipales utilizando cheques propios y de terceros para ocultar el faltante de dinero que luego eran cubiertos con el dinero de las recaudaciones de los días posteriores, pero ante la imposibilidad de cubrir este agujero habrían planificado el atentado en complicidad con Palacios, esposo de Mirian Irala, Armando Zacarías funcionario de este último y la colaboración de Fabián Zacarías hermano de Armando quien habría manejado el rodado utilizado en el golpe, según presumen las investigadoras.
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