La Fazenda da Esperanza es una comunidad terapéutica destinada a personas con distintas adicciones, principalmente con personas químico dependientes, funciona en Barrio Padre Carlos Winkel del distrito de Cambyretá.
Si bien su creación data del 2010 fue recientemente relanzada con la internación exclusiva para hombres de la región y de todo el país, había empezado con mujeres, quienes se trasladaron a la ciudad de Ñemby.
En un predio de nueve hectáreas los jóvenes se dedican a trabajar en el cultivo de alimentos, panaderías y hermoseamiento del lugar. El nuevo responsable de la Institución es Adrián Fuentes Vargas, es mexicano, y misionero voluntario. Actualmente son 6 las personas que ocupan el hogar.
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El espacio tiene la capacidad de albergar a unos 40 hombres con la voluntad de superar su adicción. El costo de internación de cada joven sería de Gs. 2.000.000 de matrícula y una cuota mensual de Gs. 1.400.000, lo esencial sería la voluntad de cambio de la persona, según informaron en el lugar.
La Fazenda trabaja en la recuperación de los varones adictos, sin importar la religión, edad ni el lugar de dónde provengan (de Itapúa, de diversos puntos del país, hasta de países vecinos del Mercosur).
En el lugar, los internos pasan por una etapa de desintoxicación que dura 12 meses, viviendo la palabra de Dios, sin sicólogos, pero con terapeutas responsables preparados para donar su tiempo, afecto y apoyo. El objetivo de la rehabilitación, se basa en tres pilares fundamentales: el trabajo diario, la convivencia y la espiritualidad.
Esta obra nació en Brasil hace 35 años, se trata de una asociación de fieles reconocida por la Iglesia católica. El trabajo de la Fazenda se da en diversos campos sociales, pero el principal es la recuperación de personas químicos-dependientes.
La institución necesita de la ayuda de todos para funcionar integralmente, teniendo en cuenta realiza un complejo trabajo terapéutico para recuperar y reinsertar a personas en dificultades.
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