Felipe es un hombre domiciliado en el Barrio Chaipé de Encarnación, que había sufrido un accidente de tránsito en inmediaciones el barrio Quiteria 4 años atrás quedando con varias lesiones en la columna vertebral y la médula, dejándolo en una silla de ruedas.
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Pero Felipe no se puso límites y muy por el contrario decidió no rendirse y luchar contra toda adversidad que significaba no poder caminar.
Profesional de la pintura y funcionario de la Municipalidad de Encarnación desde hace 25 años, Felipe continúa trabajando de la misma forma que lo hacía antes de su accidente. “Al principio me sentía mal, me desanimaba pero luego decidí reponerme e ir a trabajar, hoy me siento renovado y útil a mi familia y a la sociedad”, comentó.
Actualmente, cuenta con un triciclo que fue acondicionado de una motocicleta especialmente para él, con el que se traslada sin necesidad de depender de otras personas. Felipe lleva una vida totalmente independiente venciendo prejuicios, tabúes y a la misma depresión.
“Ahora vine a pintar la casa de mis padres para este Año Nuevo”, dijo con un espíritu contagiante desde su silla de ruedas.
Desde hace dos años, trabaja hasta el mediodía en la comuna encarnacena y por la tardes se dirige al CENADE periódicamente para seguir con su tratamiento. En la última sesión de su fisioterapia ya pudo realizar unos pasos por lo que las esperanzas de su total recuperación se mantiene intacta.
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