NI LA LLUVIA NI EL BARRO DETUVIERON A UNAS DOCTORAS PARA SERVIR A LA COMUNIDAD

Cuando el deber y el amor al servicio llaman no hay camino en mal estado ni tormenta que ataje. Ese es el espíritu que tiene la doctora Tatiana Fleitas, quien vive en la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú.

En horas de la mañana de ayer, la Dra. Fleitas era foto viral en las redes sociales cuando en compañía de otras dos compañeras se atascaron con vehículo y todo en un camino de barro, con destino a una Unidad de Salud Familiar (USF) situada en el distrito de Araújo Cué, en el mismo departamento.

Sin mediar palabras, las doctoras se remangaron los pantalones y quitándose las batas se dispusieron a empujar el auto, pero no hubo caso.

Las doctoras tuvieron que salir caminando para seguir sirviendo a la comunidad.

“Hace varias horas que estamos acá, ya pedimos a los pobladores que nos ayuden para poder trasladar las cosas que trajimos para los asentamientos”, contó Fleitas en ese momento.

La doctora agregó que ya pasaron por la misma situación un sinfín de veces y que todo lo hacen por el bien de los pobladores.

“Nosotras no nos podemos quejar, todo lo hacemos en honor al juramento que hicimos de servir a la comunidad”, afirmó.

Las doctoras dicen que ya están acostumbradas a ese tipo de situación y que eso les da más fuerza todavía porque no paran hasta cumplir con su objetivo de llevar asistencia a las comunidades más aisladas.

Este tipo de hechos demuestra que las capas de la salud tienen un gran corazón y aseguraron que la satisfacción que sienten es inexplicable cuando cumplen con su labor. “Agradecemos a la comunidad que siempre está para ayudarnos cuando nos encontramos con estas situaciones”.

Sin lugar a dudas, estas profesionales de blanco realizan una misión importantísima y todo lo hacen por el amor a la vocación.

La Dra. Fleitas dijo que nada es fácil cuando se labura en las USF que están en el interior del país, y que en muchas ocasiones se encuentran totalmente alejadas.

Fleitas agregó que varias veces ya hicieron pedidos de vehículos tanto a la Gobernación como al Ministerio y nunca llegó nada.

“Muchas veces, cuando tenemos urgencias, tenemos pacientes con traumatismo o embarazadas y nosotros debemos llevarles en nuestros vehículos hasta otro centro de mayor complejidad”, indicó.

También relataron que en el peor de los casos algunas embarazadas terminan pariendo a sus hijos en el auto, camino a los hospitales.

“Muchas veces ya pedimos ambulancias, pero nunca nos llegó nada, nosotros necesitamos de verdad”, lamentó la doctora.//CRÓNICA


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