Se cumplen 2 semanas de que el Juez Penal de Garantías Abog. Juan Carlos Bogarin Fatecha dispuso la libertad del ex funcionario fiscal, Juan Ramón Gauto acusado por una supuesta violación de una menor de edad y salta al descubierto un oficio firmado por el mismo juez donde comenzó con resoluciones benéficas a Gauto sobre otro hecho punible considerado crimen por el que estaba procesado en ese entonces.
Recapitulando la historia, Juan Ramón Gauto permanecía preso en Centro de Rehabilitación Social de Itapúa desde agosto de 2018, tras ser imputado en 2 causas en abril de este mismo año, motivo por el que estuvo en rebeldía en todo ese lapso de tiempo. Estas causas fueron caratuladas como «Juan Ramón Gauto, supuesto hecho de violencia familiar» y «Juan Ramón Gauto supuesto hecho de violación, coacción grave y privación ilegítima de libertad», en ambos casos considerados crímenes.
En la cédula de notificación firmada por Bogarin el 5 de setiembre de 2018, el juez ordena llamativamente la suspensión provisional del procedimiento, con una serie de condicionamientos como medidas preventivas como: la de comparecer cada 3 meses al Juzgado y residir en su domicilio, cuando era de imposible cumplimiento de estas medidas ya que se encontraba recluido.
Llamativamente esta medida benéfica para Gauto coincide con la época en que el supuesto acusado a través de su abogado tramitaba el cambio de carátula de su causa por supuesta Violación a Estupro lo que le iba a dar vía libre de forma inmediata para su excarcelación.
Vale mencionar que el Juez Abog. Juan Carlos Bogarin Fatecha obvió en ese entonces lo dispuesto en el Código Penal que establecía claramente que no podrá otorgarse medidas alternativas o sustitutivas mediante el trámite de la revisión, cuando el hecho imputado lleve aparejados crímenes contra la vida, la integridad física y la autonomía sexual, sin perjuicio de poder hacerlo a través del trámite del incidente de revocación de la prisión preventiva. La Ley 4431/11 en su Artículo 1 prohíbe otorgar medidas alternativas a la prisión a imputados por crímenes durante el proceso investigativo.
Por último, no se explica cómo Bogarin Fatecha pretendía que Gauto cumpla las condiciones siendo que estaba recluido por otro crimen que casualmente también se encontraba en su despacho y del cual tenía absoluto conocimiento.
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